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jueves, 9 de mayo de 2013

Madam Sasu

Hace algunos años (como comienzan la mayoría de mis relatos) asistí casi forzado por culpa de una campaña laboral a un curso llamado desarrollo humano-holístico-psicosexual... o algo así, la verdad no recuerdo bien el nombre sólo que era algo acá medio pomposo. Yo, fiel a mi naturaleza inquisitiva/contestataria de tres pesos acudí a cumplir con todo el profesionalismo que puede mostrar un empleaducho de una organización con alta autoridad jerárquica (pa' que vean que si les ando manejando lo que vienen siendo los conceptos de maestría en admon. y toda la cosa... verdá?). De cualquier manera llegué puntual a la cita el día que se me asignó y como se da mucho en estos casos, la mayoría si no es que el resto de los participantes llegaron con sus 15 o 30 min de retraso, recuerdo este detalle porque la instructora regañó a los que tenían una demora de entre 5 y 15 min por faltarnos el respeto a los demás compañeros que si habíamos sido puntuales y a los que llegaron más tarde de plano ya no los dejó entrar y los mandó de vuelta para el trabajo. Aunque me pareció un tanto exagerada su actitud le di el beneficio de la duda pensando que era alguien sumamente disciplinada y respetuosa de las normas. Así fue como inició mi encuentro con la Sra. Gloria, la instructora de este curso de charlatanería y filosofía barata quien a la postre yo bautizaría como Madam Sasu, por su parecido físico y expresivo con el personaje que salía en aquel tiempo en la tv, esa que ofrecía sus servicios también de charlatanería y decía una frase como: ¿su marido trabaja con una mujer rubia?, tenga cuidado porque se lo está sonsacando, ella se llama...

Una vez iniciado el curso lo primero que hizo fue presentarse, contarnos la historia de su vida, sus logros, triunfos, victorias, y por ende delatarse como una mujer sumamente egocéntrica. Según sus estudios, años de investigación y experiencia, no había como el contacto físico para conectarse con los participantes de su curso así que hizo que al presentarnos cada uno de los asistentes le saludáramos de mano y la miráramos a los ojos mientras le decíamos nuestro nombre. Como parte de la misma presentación individual teníamos que responder a tres preguntas: cuál era nuestro puesto en la empresa o en qué área estábamos, por qué decidimos acudir al curso y cuál era nuestra expectativa del mismo. 

En mi turno hice lo correspondiente, me acerqué a ella y le dije mi nombre mientras estrechaba su mano y la veía a los ojos, ella clavó un poco más su mirada en mi y me aseveró cual médium: tú eres una persona que se preocupa mucho por los demás. Me quedé meditando unos segundos sus palabras (y aguantándome la risa) y después le contesté: ¿ah si?... pues no sé porqué lo diga. Ella me respondió: pues mira como saludas, y en seguida explicó: tienes tu dedo índice ligeramente estirado más allá de mi muñeca intentando sentir mi pulso, eso quiere decir que inconscientemente deseas saber si me encuentro bien así como seguramente lo haces con las demás personas a las que saludas. Después de dicha revelación yo me quedé con cara de "no ma...no no", o sea, de incredulidad. Inmediatamente volví a enfocarme para que no notara mi cara de burla (que es la misma que la de incredulidad) y contunué con el protocolo de presentación respondiendo a las tres preguntas. Le expliqué cual era mi puesto en la empresa así como una breve descripción de mis funciones. Después le dije con toda honestidad que yo no había decidido acudir al curso por voluntad propia sino que estaba ahí porque me había enviado/obligado mi supervisor y que como expectativa del curso no tenía ninguna, tal vez sólo ver de qué trataba y ya. Esto último como que no le agradó mucho y cambió su semblante a serio, quizá esperaba que le dijera que su curso me cambiaría la vida, me haría mejor persona o me iluminaría por el camino de la verdad, no sé, el asunto fue que no le pareció mucho mi respuesta y me dijo: pues ya que estás aquí te invito a que te quedes el resto de la mañana y si no te gusta o despierta tu interés ya no regresas después del break para la comida. Yo como el caballero pensante que soy acepté su propuesta y así me pasé el resto de esa mañana jugando al ¡basta!, resolviendo acertijos de primaria y participando dizque en dinámicas de grupo. 

Dado que ninguna de las actividades mencionadas me gustó ni me interesaba en lo absoluto seguir escuchando a una señora decir pamplinas decidí ya no regresar al curso, cumpliendo mi parte del trato y haciéndo válida la opción que me había propuesto. Hasta ahí todo estaba bien, sin embargo al día siguiente me enteré por los compañeros que si continuaron con la sesión que Madam Sasu había hablado pestes de mí por despreciar su sabiduría y hasta había amenazado con pasar un reporte de mi actitud con algún dios del olimpo. Obviamente esto me importó lo mismo que me importa si a Niurka Marcos le llenan o no el tanque. Nunca tuve ningún llamado de atención por este acontecimiento y la anécdota quedó para la posteridad. En la actualidad esta señora continúa impartiendo sus cursos a cuanto incauto caiga y les saca una buena lana.


P.D. Esta relato no tiene moraleja, nada más lo escribí pa' no llorar (más).


jueves, 11 de octubre de 2012

De hombres huevo y otros goo goo g'joobs

A propósito de la "revisitada" y reestreno del Magical Mystery Tour de The Beatles, me acordé que alguna vez tuvimos la intención mis droogs y yo de grabar algo digamos que similar, aunque claro que debidamente tropicalizado. Fue en aquella época dorada de nuestras vidas en que el ocio era cosa de todos los días, y si ya habíamos palomeado el hobby de la música, el paso lógico siguiente en nuestros sueños guajiros/bohemios/avant-gardescos era filmar y protagonizar nuestro propio cortometraje experimental.

Mi propuesta fue que nos pirateáramos el concepto de dicho filme, es decir, una secuencia de ideas y sueños acomodados sin lógica alguna, onda medio surrealista y ese tipo de mariguaneces. Recuerdo que hasta llegué a realizar un bosquejo para este proyecto que incluía dos musicales, con canciones de nuestra propia banda (en aquel entonces llamada Jalea). En la primera secuencia íbamos a vestirnos/disfrazarnos con trajes estilo El Principito y la idea era básicamente salir a pasear así por un centro comercial o cualquier lugar concurrido para llamar la atención al tiempo que sonaba una de las rolas. En realidad era un fusil o "influencia-muy-marcada" de A Clockwork Orange, en la escena que el protagonista visita la tienda de discos.

El pequeño Alex ligándose un par de morritas.

El otro musical constaba en hacer un playback en distintas locaciones de la ciudad, principalmente en lugares que tuvieran luminarias tipo spot como monumentos, anuncios panorámicos, fuentes y cosas así. Lo particular sería que grabaríamos sólo en modo night-shot y obviamente sería en un horario nocturno para jugar con las luces proyectadas, los ojos de zombie y demás imágenes generadas por este tipo de efecto.

Otra de nuestras "grandes ideas" era grabarnos platicando en un variopinto de tópicos tan profundos como interesantes, entre los cuales se incluían la supervivencia de los dragones de las islas de Komodo, el efecto de la mariguana combinado con un litro de leche entera (tema patrocinado por nuestro roadie adoptivo), el extenuante debate por saber cuál temporada de los Simpsons fue la mejor, y así. Dichas conversaciones se insertarían al azar entre los musicales y demás tomas propuestas, aunque ninguno sabíamos en aquel entonces (y hasta la fecha) un pito sobre edición de vídeo.

Como la mayoría de los proyectos/fantasías de aquellos años, nunca lo concretamos (tal vez debería agregar un "gracias a Mahoma"), pero sin duda fue un buen alucine y su planeación nos brindó horas y horas de "sano" esparcimiento; pero ¿por qué les estoy platicando esto?... ¡ah, claro!, la película de los Beatles... si, este... veánla, está muy buena ¡eh!

martes, 9 de octubre de 2012

La comunida' de la gorra I

Si, lo sé, esto de seguir en blogger es bien hipster gooey!!; las tendencias ciberespaciales dictan que debería de plasmar mis desatinos en tumblr o algo así, ¿no?. Aunque me gustaría decir que escribo aquí porque siempre me ha importado un reverendo pepino lo que está "in" o lo que dicte la socieda', la neta obedece a que me da rete-harta flojera andar abriendo cuentas en nuevos sitios, llenar formularios sobre mi interesantísima personalidad, agregar amigos y así.

Bueno, hoy me dio la gana volver a escribir y lo haré para relatarles una anécdota que sucedió hace ya bastantitos años (este blog se ha convertido en una verdadera oda a la nostalgia).

Tendría yo alrededor de 15 años, recuerdo que cursaba el tercer grado de secundaria, cuando anduve de novio con una chica que llamaré la "Srita. X". Cada que iba a su casa a recogerla para salir a pasear notaba que pululaban en las cercanías una bola de malandros que se me quedaban viendo siempre muy feo, entre los que se encontraban vecinos, familiares y conocidos (de ella), y demás fauna de la región. En cada una de estas vueltas sentía el peligro latente de terminar golpeado o "pancheado" por alguno o varios de estos individuos; creo yo que su odio se derivaba del hecho de haberles robado "la flor más bella" de su ejido o algo por el estilo, no sé. En fin, esta pequeña incomodidad nunca me detuvo para continuar con mi idilio y al cabo de unos cuantas semanas me acostumbré de cierta manera al "cálido" recibimiento del barrio y dejé de prestarles atención.

Una noche de tantas en que paseaba tomado de la mano (sha-la-la-la) de la Srita. X cerca de su casa, ah! 'pérenme... me falta mencionar que para esto vestía yo una gorra original de un equipo de la NFL; aquí caben dos aclaraciones: la primera es la mención que se trataba de una gorra original porque en aquel entonces no era muy común encontrar en la ciudad esta clase de accesorios (al menos para un mortal clasemediero), por lo cual llamaba un poco más la atención de los "amantes de lo ajeno"; la segunda, es que digo que correspondía a un equipo de la NFL porque me da pena admitir que era de los Dallas Cowboys (equipo al que apoyaba en mi época puberta). Bueno el caso es que paseaba yo tranquilamente aquella vez cual adolescente enamoriscado (¡gracias Menudo!) con la Srita. X cuando de pronto nos vimos alcanzados por un par de tipejos montados en una bici, uno pedaleando y el otro montado en los diablos, como iba yo caminando del lado de la calle me pasaron extremadamente cerca viniendo de atrás de tal forma que me rozaron el costado del cuerpo causando mi reacción y apreciación que se trataba de dos de estos zánganos que siempre me daban la "bienvenida" a la colonia. Como no hicieron otra cosa que empujarme levemente lo que pensé fue que sólo intentaban amedrentarme de alguna manera. Detuvimos nuestro andar y vi que ellos hicieron lo mismo varios metros adelante, noté como se quedaban mirando fijamente hacia donde estábamos y después de algunos minutos parecieron perder el interés, intentando minimizar el incidente comencé a charlar con la Srita. X de temas al azar y posteriormente a intercambiar algunos ósculos, los cuales se fueron prolongando más y más hasta casi olvidarme de la situación anterior. Tanta fue la distracción de aquel momento que ni siquiera me percaté cuando se acercó de nuevo este duo y ahora no sólo me empujaron sino que estando yo de espaldas aprovecharon para despojarme de la mencionada gorra, fue un vil "pancheo" de quita y corre. Recuerdo que les grité molesto preguntándoles cuál era su problema pero obviamente no me respondieron, solamente continuaron su marcha a toda velocidad. Arranqué corriendo tras ellos a la vez que pensaba qué iba a hacer si los alcanzaba, eran dos contra uno y pues yo estaba super calilla (no tenía el sensual cuerpo de adonis de hoy día), cuando mucho le daba batería a uno, no creía poder enfrentar a ambos pelafustanes, que dicho sea de paso eran mayores que yo, y salir victorioso. 

Justo cuando llevaba corriendo tras ellos una cuadra, me encontré con un conocido ex-compañero de la primaria que me reconoció y vio lo que estaba pasando. Casualmente también montaba una bicicleta y me ofreció su ayuda para perseguirlos. Acepté de inmediato su ofrecimiento y ambos emprendimos la osada tarea de dar alcance a aquel par de sabandijas y recuperar a como diera lugar la valiosísima gorra hurtada.



Continuará...


sábado, 23 de abril de 2011

Desmenuzando el Demos Caseros (parte 1)



- Estas grabaciones datan de aproximadamente una década atrás.
- Son totalmente Lo-Fi.
- Dieron pie a la creación de Jalea Records.
- Se grabó originalmente en cintas de 60 min en distintas locaciones y fechas, en el transcurso de unos 2 o 3 años.
- Es una compilación de "lo menos peor" durante los ensayos.
- La banda es Jalea.
- En esta primer parte la alineación oficial es: Piolo-Bajo, Fer-Batería, Sugar-Guitarra, Alex-Voz.
- Por Alex me refiero a mí.


Sigo Intentando

Sientes Deseas

Segundo Acto

No Lo Intentes

Cometa

Eclipse

* Las canciones están disponibles para bajar si así lo desean.

lunes, 28 de marzo de 2011

La señora de los anillos

Hace algunos años, cuando era un joven aventurero, digo, todavía soy joven, pero ya no tan aventurero, aunque me siguen gustando las altas y las chaparritas, las flacas, las gordas y las chiquititas... perdón, perdón, además de resbalarme me estoy desviando del tema; el punto es que hace algunos años hice un viaje junto con par de amigos, cuyos nombres omitiré y en adelante me referiré a ellos como Lino y Jasilm, damn it, ya dije como se llaman, bueno, ni pex. El trip (¡que internacional salí!) lo bautizamos como el chepetour porque consistió en recorrer la sierra de Chihuahua a través del Chepe (o sea, por tren).

La anécdota que les voy a contar ¡ohh hermanos míos! (frase fusilada de A Clockwork Orange) sucedió al arribar a la estación Divisadero, que en aquel entonces todavía no tenía el teleférico, dato que por cierto es irrelevante en esta historia. Una vez que descendimos del tren y echamos el correspondiente vistazo al paisaje empezamos a buscar donde pasar la noche. Después de ir a preguntar tarifas al hotel apostado en la cima de la barranca y descartarlo por caro, volvimos a la estación del ferrocaril, donde fuimos abordados por un señor de edad avanzada que cualquier citadino calificaría como "rancherillo". El maistro este nos ofreció su posada por una cantidad que nos pareció bastante apropiada, ya que además de alojamiento ofrecía también comida por otra módica cantidad. Fue así como quedamos hospedados en el inolvidable "RANCHO DE LOS ABUELOS".

Literalmente era un rancho, que estaba ubicado como a un kilómetro de la estación del tren y que tuvimos que andar en un camino de terracería para poder llegar, nosotros a patín y el maistro en su caballo. Durante la caminata nos ofreció además servicios de purificación y/o limpias espirituales por medio de rituales tarahumaras pero le dijimos que pues ahí luego veíamos que pex. Como en todo rancho, había perros y otros animales como gallinas, vacas, caballos, pterodáctilos, etc. También había unos manzanos en la entrada cuyos frutos estaban incluídos en la tarifa de hospedaje pero no se antojaban porque o estaban todos marchitos o llenos de plaga. Como lo dicta en la mayoría de los casos la arquitectura de este tipo de lugares, el baño estaba afuera de donde estaban los cuartos y era único.

Durante el segundo día de estancia al utilizar cada uno de nosotros el baño (por separado, claro) nos dimos cuenta que en el lavabo había unos anillos añejos, pero ninguno le dio importancia ni mencionó nada y se quedaron ahí donde estaban. Después de almorzar, salimos a echar el rol todo el día y regresamos al anochecer. En la cena, la esposa del maistro que era quien nos preparaba las comidas, nos preguntó si no habíamos visto unos anillos que había dejado en el baño. Los tres coincidimos en haberlos visto en el lavabo y haberlos dejado justo donde estaban. La señora dijo que iba a buscarlos bien ya que quizá se podrían haber caído y pues que ahí nos los encargaba por si los veíamos. Terminando de cenar fuimos a buscarlos con linternas en mano, ya que no había luz en el baño, pero pues no salieron. Dijimos, pues ahí mañana le damos otra checada ya con la luz del día.

Al siguiente día lo primero que hicimos fue ir a buscar los mentados anillos al baño y en lo que se podía apreciar de las tuberías, pero pues nel que aparecieron. Total que nos lanzamos a almorzar y ver si la doña ya los había encontrado, pero al hablar con ella nos dimos cuenta que tampoco había tenido éxito. Aquí fue cuando las cosas se empezaron a poner truculentas ya que la señora nos volvió a decir que ahí nos los encargaba por si los veíamos o por si "accidentalmente" los habíamos tomado. Debido a este último comentario le aclaramos que pues no teníamos necesidad de andar robando y con todo gusto le ayudaríamos a dar otra revisada en el baño y sus alrededores a ver si los hallábamos. Aprovechamos también para preguntarle si ya había verificado con los ayudantes del rancho o su mismo esposo pero nos dijo que ellos por lo general no utilizaban el baño, lo cual no se nos hizo tan extraño porque pues al fin rancho, supusimos que preferían abonar la tierra. Total que después de almorzar reanudamos la búsqueda, pero continuaron sin salir. 

Como a fin de cuentas no era bronca nuestra, decidimos salir y aprovechar las últimas horas ahí, ya que por la tarde partiríamos rumbo a Cd. Cuauhtémoc. Platicando entre los tres formulamos todo tipo de teorías, que si era una triquiñuela de los ñores que ya tenían bien hecha para que les pagaran los mentados anillos, o que a lo mejor nos los iban a plantar en las mochilas y ya cuando nos quisiéramos ir nos iban a pedir revisarlas frente a ellos y chance hasta con algún policía conocido para acusarnos de hurto y extorsionarnos, o con eso de que el maistro hacía rituales tarahumaras en una de esas nos echaban una maldición. Nos dio algo de pendiente pero de todas formas nos fuimos de rol. Al regresar al Rancho de los Abuelos por nuestras cosas curiosamente no había nadie, entramos para tomar nuestras pertenencias y al hacerlo nos topamos con una nota en nuestro cuarto en la cual la señora nos pedía "de buena manera" que devolviéramos los anillos ya que no quería perjudicarnos, porque nosotros no sabíamos de lo que ella era capaz de hacer. Ahí fue cuando dijimos: valiendo madre y ora si que llamando al Santo, nos va a echar un conjuro o a montar al cartel de la sierra. Pero luego de unos segundos de reflexión nos dio risa y pues nos fuimos del rancho, todavía llegamos a la estación y esperamos alrededor de una hora para que pasara el tren, tiempo durante el cual estuvimos al pendiente de que no llegara la señora con una horda de tarahumaras zombies a atacarnos.

Una vez que arribó el tren, antes de subirnos vimos llegar al maistro en su caballo y se nos acercó, pensamos que nos iba a reclamar pero no dijo nada, por otro lado, Lino y su espíritu bienaventurado intentó explicarle la situación y que nosotros no habíamos tenido nada que ver con el extravío de los anillos pero fue interrumpido inmediatamente por el maistro con un: "yo no sé nada de eso a mi no me digan nada". Dicho esto, nos trepamos al tren y partimos.

Durante el resto del viaje no se habló más el tema. En el camino de regreso a Monterrey viajábamos en autobus y en una de las tantas paradas se subió una señora muy parecida a la del Rancho de los Abuelos, pero no le presté mucha atención porque pensé que sus rasgos eran bastantes comunes en las personas de edad avanzada y que seguro había cientas que se parecían. Después de algunas horas más de viaje me levanté y dirigí al baño, al caminar por el pasillo del autobus iba revisando de reojo a las personas que permanecían sentadas y me pareció extraño no ver a la señora que kilometros atrás se había subido. Total que llegué a la parte posterior del autobus y entré al baño, al cerrar la puerta y girar el cuerpo para acomodarme en el angosto cuarto veo que en una de las esquinas hay un pequeño lavabo, y sobre él, un par de anillos añejos... tiruriru-riruriru-riruriru (tonadita de entrada de The Twilight Zone). Naaaa!, esto último es puro choro pa' que tuviera un final interesante la anécdota, lo demás si fue verídico.

lunes, 3 de enero de 2011

Benny Hill

Hoy no sé porque me acordé del Show de Benny Hill, que pasaban hace años en lo que todavía era Imevisión (hoy Tv Azteca). A lo mejor todavía ando arrastrando algo de la nostalgia decembrina, no sé, el chiste es que recordé a este simpático gordito inglés que nos hizo pasar ratos agradables allá por finales de los 80s. El programa lo descubrí gracias a mi primo* que solía pasar las vacaciones largas (de verano) en la casa. Mejor dicho, él fue quien lo descubrió y después nos incitó a mi carnal y a mí a verlo. En aquellos años no había cable, o por lo menos, no teníamos en la casa, y pues no quedaba mucha opción que ver la tv local. El programa lo pasaban ya noche, creo que por ahí de las 11 ó 11:30 pm, porque pues a veces salían algunas chicas en ropa interior, nada reveladora por cierto, ya que la mayoría de los programas eran repeticiones de los transmitidos en los 70s y pues lo que se consideraba atrevido en esa época distaba un tanto a lo de aquel otro entonces (ochentaytantos).

Tal vez la mayoría de la gente ubique más la tonada que ponían en los sketches donde había una persecusión que al programa en sí, la cual hasta hace poco me enteré que se llama Yakety Sax. 



Al ver hoy en día algunos vídeos del show me siguen causando gracia, pero ya no tanta como antes, aunque hay algunos episodios y bromas clásicas que nunca pasan de moda, como aquella de "la bola en la ingle" de Los Simpsons.

Los que más me latían eran los sketches mudos, como este:


Fue relativamente corta la temporada que transmitieron el programa aquí en México, pero al menos sirvió para que lo incluyera en mi acervo de cultural pop.


* Mi primo es el primo Quique, el único familiar con este grado de parentesco al que llamamos así en mi casa porque es homónimo de mi carnal, y pa' evitar confusiones originadas por saber a cual de los dos nos referíamos cuando decíamos Quique, optamos por bautizarlo como "primo". Al resto de mis primos los llamamos a cada uno por su nombre de pila: Nepomuceno, Pánfilo, Demóstenes, etc, o en el peor de los casos, por su apodo.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Semana de la nostalgia - las chispas

Antes de que se comercializaran y popularizaran las consolas de videojuegos, no había otra que ir a las "maquinitas" o "chispas" si quería uno ser parte de esta subculutura y "sana" forma de entrenimiento. Desde chavillo tuve acceso al Atari, pero cuando veía un juego de arcadia notaba un mundo de diferencia (hoy en día ya es otro rollo), además de que asistir a un local que contaba con este tipo de aparatejos era toda una experiencia. Recuerdo hasta una especie de moda que se dio con este tipo de locales, claro con un look más nice y dirigidos a toda la familia, como fue el caso del Show-Biz y el Magic Place, el primero estaba sobre Gonzalitos donde ahora hay un restaurante de cabritos, y el segundo estaba ubicado en Galerías Monterrey, ambos eran algo así como el equivalente ochentero del Peter Pipper Pizza.

Otro negocio de esta misma onda que también tuvo su auge fue el SHIPS, que si mal no recuerdo tenía dos sucursales: una en el paseo comercial que había debajo de la Macroplaza y otra frente a la Alameda. Estos me latían más porque tenían mucha más variedad de juegos que los mencionados anteriormente. En el mismo centro de la ciudad, casi sobre Morelos, había otros locales del mismo giro que también estaban chidos, como las Vegas y las Flamingo. Pero sin duda a los que acudía con más frecuencia eran a los pequeños locales que estaban escondidos en cualquier colonia, porque ahí se podía jugar con mayor tranquilidad y menores tiempos de espera.

Me gustaba mucho ir a las chispas pero la verdad nunca fui vago, por la misma razón me pasaba más tiempo esperando turno y viendo como jugaban los demás que lo que duraba mi crédito en la maquinita. Esto me dejó varias espinas clavadas por mucho tiempo, hasta que hace algunos años descubrí el MAME, que para los que no lo conocen es un emulador de juegos de arcadia, con el cual pude remontar en años y saldar cuentas pendientes.

Los juegos que nunca pude terminar en las maquinitas y si con el MAME son (bueno, entre muchos otros):

Golden Axe
Donde se podía escoger entre el vato este de azul, una morrita y un ruco enano para partirle el queso a cuanto gañan se pusiera enfrente. Lo más cura de este juego es que cuando te topas a los nomos que te agandallan tus cosas cuando estás dormido, les bajas la lana literalmente a patadas.


Wild West
Pues este tenía la peculiaridad de que se podía jugar de 4 personas al mismo tiempo. No sé porque al Cormano que tiene toda la finta de ser paisano le pusieron el color rosa, en mi opinión se ven más pipiluyos los otros 3 güeritos y le hubiera quedado mejor a cualquiera de ellos, pero bueno, fuera de esto, el juego está chidito. Mi mejor marca en aquellos años fue llegar al nivel cuatro con una sola moneda.


Altered Beast
Este juego me latía un buen porque el vato se tomaba unos chochos y se transformaba según la ocasión en lobo, dragón, oso, tigre y no me acuerdo que otra cosa más:
Estaba fumadón pero muy entretenido.


Y pues como decía, estos fueron algunos de los que pude terminar, entre muchos otros que igual no me gustaban tanto, pero como quiera me acordaba de haberlos jugado alguna vez, como el de Vendetta, el de las Tortugas Ninja, el de los superhéroes de Marvel, el Ninja Gaiden, etc, etc. Por cierto, "chispas" era el término ochentero para esta clase de videojuegos y hasta Pipo hizo una canción al respecto. También hubo un grupo infantil en aquellos años con el mismo nombre y que salió precisamente con Pipo en una de sus aventuritas, la del aparato increíble para ser más preciso.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Semana de la nostalgia - el CECATI

Vivo a unos cuantos pasos de un CECATI, pero nunca he estudiado ahí, bueno con excepción de un curso balín de computación que tomé en unas vacaciones de verano de mi tierna y feliz infancia, que creo eran de Basic o algo así. Pero lo memorable no es en si la escuela, sino el estacionamiento y cancha que tenía al frente hace años, terrenos que fueron escenario de innumerables anécdotas de mi niñez y adolescencia, y de la mayoría de los camaradas de la colonia y colonias circunvecinas que ahí se juntaban.

La "canchilla" (que aún hoy en día existe) nos sirvió de espacio muchos años para jugar panbol, beis o veras (ese de 3 rolas y un "capeado"), (futbol) americano, básquet, andar en bici, patines, etc. A un costado de la cancha hay una anacua, que utilizamos en diversas ocasiones para intentar construir infructuosamente una casita-del-árbol; debajo, hay unos cuantos metros de tierra suelta, donde practicamos durante algunas temporadas el exclusivo deporte de las canicas, apostando y por puro gusto nomás.

Cuando estábamos bien morros y no teníamos preocupación ni pudor alguno, nos entreteníamos jugando con las hormigas: las hacíamos pelear o les llenábamos su guarida con aceite de motor quemado, o si era temporada de cuetes les poníamos cañones y volábamos a la goma el hormiguero. Todo esto en los mismos terrenos del CECATI.

Otro pasatiempo que teníamos era en época de lluvias, como a esa edad varios de nosotros acostumbrábamos andar descalzos en la calle, al tocar uno de los postes de luz mercurial que hay en el CECATI con el piso mojado recibías una ligera descarga eléctrica. Los que traían calzado hacían mano-cadena y uno de ellos se sujetaba al poste, el que andaba descalzo tocaba brevemente el otro extremo de la cadena y todos recibíamos un "toquesón" (en el sano sentido de la palabra).

El CECATI fue testigo también de muchas partidas de madre, ya fuera por bronca, accidente o vil pendejez; en mi caso hubo más de la última. Recuerdo dos muy vívidamente: una cuando me sentía todo un as del manubrio a bordo de mi super-bike y brinqué varios escalones en una rampa que se hacía con la pendiente del estacionamiento, cuando iba en el aire solté ambas manos y las levanté para que vieran que era todo un temerario, el resultado obviamente no fue el que yo esperaba y al caer no continué mi andar montado en la bicla: se le salió una llanta a la rila, me di un "super-putazo" y sufrí raspaduras en un 27.8% de mi cuerpo. El otro señor madrazo que recuerdo con singular alegría fue una estampada que me di contra un árbol que había en la banqueta del estacionamiento, al ir persiguiendo un pasé que alguien me había enviado, me lancé corriendo como loco con la mirada fija en el balón (de americano) y siguiendo su trayectoria sin voltear a ver lo que había al frente, en determinado momento sentí un severo golpe en la cabeza, ya no pude correr y cuando reaccioné estaba atorado en las ramas del árbol todo atolondrado, escuchando las risas de todos los ahí presentes.

Como decía anteriormente, son innumerables las historias o anécdotas que se suscitaron en este espacio, donde 'ora si que dejé lágrimas, sudor y sangre. De hecho, puedo decir que literalmente lo llevo en la piel, ya que muchas de las cicatrices que tengo se las debo a esta planicie de concreto "fierresca".

martes, 2 de noviembre de 2010

Semana de la nostalgia - vídeos

Los primeros vídeos que recuerdo haber visto en mi vida fueron en un programa que pasaban en el canal 5 allá por 1983-1984, del cual desconozco el nombre y no sé si era un programa exclusivo de Rock o ponían todo lo que estaba de moda, pero agradezco infinitamante haberme topado con este tipo de programas a tan tierna edad, de los cuales recibí mis primeras influencias y despertaron mi instinto por el Rock&Roll.

Estos son los que más se me quedaron grabados:
 
The Cars - Magic
 
de este vídeo lo que más recuerdo es al vocalista de la banda caminando sobre el agua de una alberca y me intrigaba saber cómo le hacía el wey para no hundirse.



 
Chicago - Stay The Night

de este me acuerdo que el cantante de la banda se trepaba en el cofre del auto de su morrita y mientras éste era conducido por la misma, intentaba tirar al vato a la goma sin éxito, aún y que en una escena brinca con el coche a través de un anuncio panorámico cual película hollywoodense.

 
Culture Club - Karma Chameleon

en aquel entonces pensaba que el que cantaba  era una chica, bueno, tiempo después me di cuenta que no estaba tan errado. Pero recuerdo la canción por el corito pegajoso, que hasta muchos años después supe que era lo que en realidad decía.

 
Quiet Riot - Mama Were All Crazee Now

además de que me gustaba la canción, me acuerdo que lo que más me llamó la atención fue la máscara de hierro que cantaba y que casi al final sale de la pantalla el cantante acá en escala gigante.


Twisted Sister - Were Not Gona Take It

después de ver este vídeo mi sueño era ser como Dee Snider, traer esa mata de león, traje de cuero rasgado y toda la actitud rockera y subversiva. Por mucho tiempo identifiqué la rola como la de "huevos con aceite", como fue bautizada por nuestra idiosincrasia. 



Kiss - I Love It Loud

de Kiss lo que más me impactó la primera vez que los vi fue obviamente su maquillaje y vestuario, que los hacía ver medio maníacos. De este vídeo me acuerdo sobre todo del final, que pasan tanto a la banda como a los seguidores con los ojos iluminados acá onda demoníaca.






lunes, 1 de noviembre de 2010

Semana de la nostalgia - trabucles

Desde hace días me han estado llegando recuerdos aleatorios de mi infancia, en un variopinto (siempre quise utilizar esta palabra en un enunciado) de tópicos. 

A continuación, el primero de ellos: los trabucles.

Cuando estaba en la primaria, allá por mediados de los 80s, había una especie de cápsulas que pasaban en la tv, entre las caricaturas y programas de la barra infantil que había en aquel entonces, como el Tió Gamboín, el mundo de Cositas, corre GC corre y cosas así por el estilo. Estas cápsulas eran los trabucles, y se suponía que eran algo así como educativas o "con mensaje" para despertar la neurona de los chilpayates que las veíamos y nos pusiéramos a pensar en su significado.

La que recordé en particular en días pasados (no sé porque) era una donde salían varios niños en un kinder (creo) y estaban pintando con crayolas sus dibujitos de "personas humanas" (término sacado de un libro de Costos Industriales). Total que estaban pintando y de pronto un huerquillo "x" le dice al que tiene al lado: pásame el color carne, supongo yo que para pintarle el cuerpo a su dibujito de "persona humana", y el chamaquito o chamaquita que está al lado del huerquillo "x" le pasa la crayola de color amarillo. Luego otro dice lo mismo: pásame el color carne, y el de al lado le pasa el color café; así se repite varias veces la misma acción pero conforme cambia el niño que hace la solicitud cambia también el color de la crayola que recibe (negro, blanco, rojo, etc).

Durante los diálogos e intercambio de crayolas sólo se veían las manillas de los niños y sus respectivos dibujos. Hasta el final de la cápsula abrían la toma y se podía apreciar que todos los escuincles eran de distintas razas.

Lejos de la deducción de que se trataba de una onda acá en contra del racismo, siempre me quedé intrigado si el color rojo se lo pasaron a alguien pelirrojo o algún niño indio-piel-roja que se juntaba con esa bola de niños segregacionistas.

Me acuerdo que los pasaban a cada rato durante la barra infantil del canal 5, pero ya no recuerdo ningún otro con detalle. La verdad no estaban tan mal. Aquí unos cuantos que me hallé en un vídeo del tubo:




sábado, 25 de septiembre de 2010

A propósito de nostalgia

Esta entrada se deriva del post de mi buen droog Piolo, donde remontó en años a nuestros inicios como músicos amateur, o dicho de otra forma: la historia de la banda.


Y a propósito... me encontré estos diseños de logo de aquellos años, frutos de mi propia creación y habilidades con el Paint:



Se suponía que eran para estampar en unas playeras, pero todo quedó meramente en ideas.

Nota.- mis habilidades con el Paint son las mismas hoy en día.


martes, 31 de agosto de 2010

Ojodoro

Me acabo de enterar que según hoy es el día internacional del blog, así que para conmemorar tan prestigiado día decidí escribir este post.

Hace algunos años cuando gozaba de mucho tiempo libre, tomé por costumbre reunirme con un par de amigos a ver películas "raras". En ocasiones buscábamos algo interesante que rentar en algún video-algo, otras nos lanzábamos a la cineteca o algún cineclub de los que hay por ahí escondidones, y otras cuantas veces hasta compramos las movies en algún mix-up, cuando ya se había comercializado un poco más el "cine de arte".

Al que más le gustaba andar rascando en la red sobre las movies era mi buen droog Piolo, fue él quien de alguna forma encontró información sobre las películas de un vato llamado Jodorowsky. Me acuerdo bien que el primer comentario que nos contó sobre él era que cuando exhibieron su primer film (Fando y Lis) en el festival de cine de Acapulco, la gente lo quiso linchar y tuvo que salir "juído". Nos intentó explicar de qué se trataban sus cintas pero fuera de las imágenes grotescas que narró, la neta no le entedimos gran cosa.

Fue así como oí por primera vez del tal Jodorowsky. Una vez nos dimos cuenta de que iban a exhibir una de sus películas en la Casa de la Cultura y nos lanzamos pa' watcharla, pero cuando llegamos ya estaba llena la sala y no pudimos entrar. Era la de Fando y Lis y nos quedamos con ganas de verla. De ahí me empezó a interesar un poco conocer sobre este tipo y sus films. Cuando me puse a investigar sobre él en la interné, me di cuenta que sus películas eran de las llamadas de culto, y aumentaba más el morbo por verlas ya que eran difíciles de conseguir (en aquel entonces) y por todo el ambiente las rodeaba, como que en la de Holy Mountain estuvo considerado para protagonizarla George Harrison, o que en la del Topo según violó a una actriz para que fuera más real una de las escenas, etc.

Un día me enteré de que iban a proyectar una de sus movies en el Teatro Calderón y me lancé a verla. Era la de Santa Sangre y pues si me pareció rara, no mucho, pero si estaba medio extraña. Además el ambiente lúgubre del mismo teatro como que ayudó en la sugestión. La calidad de la proyección así como el sonido no fue de la mejor calidad, pero me sentí partícipe del bajo mundillo del cine de culto. Además de que creció mi interés por ver el resto de sus películas.

Tiempo después pude ver el Topo en una exhibición en la Cineteca Monterrey, y años después alguien especial (en ese entonces) me regaló la colección que salió en DVD de todas sus movies, con excepción de la de Santa Sangre. El chiste es que en el inter de que veía todas sus movies también me empezó a llamar la atención saber acerca de un concepto que se mencionaba mucho en sus entrevistas: la Psicomagia. Apenas empecé a averiguar un poco, una chica con la que salía en ese entonces me regaló el libro (en formato .pdf) del mismo nombre (obviamente del mismo autor) y me lo chuté poco a poco. La verdad me pareció interesante y de cierta manera le encontré mucha lógica a algunas cosas de las que habla. Claro, nunca me he clavado en la onda de la psicomagia, ni psicochamanismo, ni en tomar al "Jodo" como un gurú, ni nada por el estilo. Respeto a la raza que lo hace, o mejor dicho, respeto su libre elección y hacer de su "dese" un papalote. De hecho, en retrospectiva, sus películas ni me parecen tan chidas. Pero eso si, están raras e interesantes cuando uno quiere dejar de ver el típico cine comercial. 

Cabe mencionar que el Jodorowsky es toda una figura de culto, y además de cineasta y psicomago, es escritor, poeta, actor, mimo y un montonal de cosas más. El mismo se define como un artista polifacético. Y pues sin llegar a ser un fiel seguidor de su persona ni de su trabajo, en general creo que tira buena vibra con sus actos psicomágicos y pues no está mal leer de vez en cuando o escuchar lo que dice. Si la despioja el vato.

Actualmente escribe en el blog Plano Creativo, por si alguien le interesa saber más sobre su onda.



viernes, 7 de mayo de 2010

Post atrasado del día del niño

como la nostalgia me ha invadido tantas veces... me acordé en días recientes de algunos juguetes ochenteros que tuve en mi infancia; seguramente fui influenciado por los mensajes subliminales de En Familia Con Chabelo para solicitarle a mis jefes que me compraran (entre muchos otros) los siguientes artículos:

el fabuloso fred
tenía juegos chidos para ejercitar la memoria y
también servía de mini teclado musical. 


los popoids (suenan divertido)

y el tente
estos eran para dar rienda suelta al diseñador, ingeniero o constructor que todos llevamos dentro, aunque los popoids eran más ñoños (y sonaban divertido).


el pogobol
producto extraño que no servía pa' otra cosa que bricar y guardar un poco el equilibrio, eso sí, hacías un buen de ejercicio utilizándolo y te cansabas/aburrías luego luego.


y ya.

p.d. feliz día del niño y batalla de Puebla atrasados.

jueves, 29 de abril de 2010

Tírate a un pozo


no sé porqué el día de hoy de buenas a primeras me vino a la mente la frase "tírense a un pozo" que algún vez escuché en un capítulo de los Simpsons, aquel donde les roban el limonero y van a recuperarlo a Shelbyville en la "traila-house" (como dicen mis compas los pochos) de Flanders. Enseguida hice una recapitulación mental (aunque ud. no lo crea, de vez en cuando puedo hacer eso) de los capítulos y frases más memorables. Sé de sobra que los mejores episodios fueron los de las primeras 7 u 8 temporadas, y de ahí pa'l real nomás no han valido cacahuate, pero bueno... para esos debates abundan un montón de foros en la red, y no es éste el meollo de esta entrada.

a lo que iba con lo de la recapitulación, es que las frases que me parecen más geniales de dicha serie animada no son las típicas de "!ay, caramba!, ¡doh! o yo no fui", sino algunas como:

¡satanás, cómete mis calzones!
en el capítulo cuando Bart se convierte en una especie de predicador y al final de una rola que creo que se llama testifica, remata con esta frase a la vez que levanta su skate que trae dibujada una cruz en la parte inferior.

(faith off)

miente, roba, engaña y escucha heavy metal
esta si mal no recuerdo es cuando el Sr. Burns atropella a Bart y este último muere por unos segundos, visita el infierno y cuando va de regreso "a la tierra" el diablo lo despide con esta frase.

(bart gets hit by a car)


las otras están medio rebuscadas como para escribirlas, o mejor dicho, más que frases son momentos o escenas célebres. Para concluir esta entrada banal dire que algunos de mis capítulos favoritos son: el de los Borbotones (por las obvias referencias a The Beatles), el de "el líder" y la mofa a las sectas, el de los chiles alucinógenos de Quetzalzatenango (por las referencias a los libros de Carlos Castaneda) y el de los Magios (parodia clara de los Masones).

(homer's barbershop quartet)

(the joy of sect)

(the mysterious voyage of homer)

(homer the great)


mención aparte, especial y honrífica al capítulo del Hullabalooza, con el cual me siento plenamente identificado (sobre todo ahora que ya rebasé las 3 décadas de vida y quiero seguir rockeando).

(homerpalooza)


y ya.

* los títulos originales de los capítulos los saqué de wikipedia ¿y qué?

jueves, 1 de abril de 2010

Jerga noventera

a continuación algunas frases y palabras que solíamos utilizar en nuestra jerga adolescente, y que seguramente si alguien más las escuchaba (fuera de nuestro círculo) no le hallaba ningún sentido. Helas aquí:

botas de tricteráctor: calzado de aspecto tosco.

pandoritas: producto cualesquiera del tipo tía rosa o bimbo.

¡qué hocico de marrano!: expresión de asombro e incredulidad a la vez.

¡en pelotas!: casi siempre se utilizaba al finalizar una frase para darle un mayor énfasis imperativo. Ej. mañana te traes el balón... ¡en pelotas!

pelo de oso: estilo de peinado característico de las personas de cabello liso dos o tres semanas después de habérselo cortado con máquina.

ahí si me acuerdo de más las agrego luego,
sobres!


 * Actualización 27/04/2010

Estás me las recordó mi drugo fer:

bucéfalo: sujeto de complexión robusta.

cochinóptero: medio de transporte del bucéfalo.

miércoles, 31 de marzo de 2010

¿Mensaje subliminal... total?

siempre que estoy lavando mi camioneta me llegan recuerdos de todo tipo, tal vez es por pasar más de una hora conmigo mismo sin casi ninguna distracción, no sé, igual y se me da muy fácil eso de ponerme a divagar. El día de hoy, como tuve la mañana "libre" me puse a realizar la actividad antes mencionada, y una de las cosas que pasó por mi mente fue la leyenda urbana ochentera que decía que la canción Cuando Pase El Temblor de Soda Stereo hablaba de un vato que estaba sentado en un retrete "echando el cake" (como coloquialmente se le dice).

por ahondar un poco más en esta teoría hice un repaso de la letra de la canción y sólo veo un par de líneas que pudieran tomarse con una interpretación similar a dicho mito, las cuales son:

"estoy sentado en un cráter desierto
sigo aguardando el temblor, en mi cuerpo"


y ya, es todo, el resto de la letra no le veo ninguna semejanza con la necesidad fisiológica.

si alguien halla alguna otra interpretación o tiene más información sobre esta leyenda urbana, favor de plasmarla en este mismo medio.

martes, 30 de marzo de 2010

Frase mamila

hoy me acordé no sé porqué de una frase que me dijo un tipo de RH al finalizar una entrevista de trabajo hace ya un buen de años; el diálogo fue más o menos así:

wey de RH: ¡suerte!
yo: ahh gracias.
wey de RH: no, perdón...
yo: ¿ehh?
wey de RH: ¡éxito!.... la suerte es para los toreros.
yo: ok (esteeeeee... simón)